Ignacio Cirac, físico: «La comunicación en el futuro será por teletransportación»
El Premio Príncipe de Asturias de Investigación ha sentado las bases para los futuros ordenadores cuánticos, relacionados con el mundo microscópico
Una conversación con Ignacio Cirac sobre sus investigaciones científicas acerca de la computación cuántica es algo así como caminar por la selva amazónica. Una experiencia emocionante pero peligrosa por desconocida. Cada pregunta resulta un paso inseguro sobre las arenas movedizas de la física. Él parece avezado a jugar en una posición dominante en cuanto a conocimiento cuántico. Se muestra compasivo y esquiva profundizar en las explicaciones técnicas, haciendo que el itinerario por la selva amazónica de la ciencia sea fácil y seguro.
Dirige el Instituto de Óptica Cuántica Max Planck de Múnich desde hace dos años. Él y su equipo tratan de descubrir las leyes que gobiernan el mundo microscópico, un reino en el que átomos y fotones ponen las reglas y cuyas aplicaciones, en algunos casos, son todavía imposibles de predecir. La expedición de Cirac hacia estos territorios inexplorados ha dado ya frutos con los que equipos de investigación de todo el mundo trabajan. El más jugoso, las bases para la creación de los futuros ordenadores cuánticos, que le ha servido para ganar el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2006.
-Ha trabajado en Colorado, Austria, California, Oxford ¿La investigación científica exige cambiar de ciudad permanentemente o es una persona inquieta?
-Hay que moverse mucho, es una necesidad. Tienes que colaborar con gente que está trabajando en cosas interesantes y eso sólo se consigue viajando.
-El premio ha valorado su investigación acerca de la teoría cuántica de la información. Para los profanos: ¿sería algo así como una nueva forma de transmitir y procesar información?
-Eso es. Se basa en las leyes de la mecánica cuántica que son las que gobiernan el mundo microscópico. Lo importante es que es algo distinto. Todos estamos acostumbrados a ver que los ordenadores van más deprisa: se hacen circuitos más rápidos, más pequeños, pero siempre con las mismas leyes. La información cuántica propone hacer cosas completamente imposibles con los métodos actuales. La idea es cambiar las leyes para hacer algo nuevo.
Competir con Bill Gates
-De modo que quiere buscarle la ruina a Bill Gates
-(Risas..) A menos que él se incorpore a la física cuántica
-Los prototipos que existen ahora de ordenadores cuánticos ocupan una habitación mientras que el futuro camina hacia la nanotecnología. ¿No es una contradicción?
-Los ordenadores cuánticos realmente están muy relacionados con la nanotecnología, que lo que intenta es controlar el mundo del nanómetro, es decir, el mundo microscópico. El problema es que en él, las reglas del juego son distintas. Tenemos que dominar la mecánica cuántica y para ello necesitamos equipos y sistemas electrónicos que ocupan mucho. Podemos hacer una analogía con cómo eran los ordenadores hace cincuenta años. Los ordenadores cuánticos ahora ocupan un laboratorio entero en el que hay un montón de lentes, láseres, mesas ópticas, aparatos electrónicos Los modelos del futuro no tendrán nada que ver con los prototipos actuales.
-¿Cuál es el ordenador cuántico más potente que se ha conseguido hasta la fecha?
-Los más complicados con ocho bits cuánticos se mostraron por primera vez el año pasado, pero todavía están lejos de la potencia que necesitaríamos. El objetivo es ver cómo hacer ordenadores cuánticos mayores que puedan realizar operaciones que los que tenemos no hacen, hacia ahí vamos. Hay algunas tareas que sabemos que probablemente serán posibles dentro de 5 ó 10 años y otras para las que todavía falta muchísimo.
-¿Qué tareas podríamos hacer con ellos?
-Están relacionadas con la simulación de materiales a bajas temperaturas. Una de las aplicaciones de los ordenadores cuánticos es hacer cálculos para el desarrollo de materiales. Esto llegará relativamente pronto.
-Entonces hay aplicaciones todavía imposibles de predecir...
-Es difícil conocer una aplicación directa. Hoy en día utilizamos ordenadores suficientemente rápidos para hacer muchas cosas. Pero existen también superordenadores en Barcelona, Japón y Estados Unidos. Los científicos los utilizan para investigar materiales para coches, cohetes, predicción del tiempo Las aplicaciones llegan por donde uno menos se lo espera. Lo que ahora estamos investigando quizás en 20 años se pueda utilizar no sólo para ordenadores cuánticos sino también para medicina.
-Ha dicho que la famosa teletransportación de Star Trek ya es posible. Han conseguido teletransportar 500 fotones a una distancia de medio metro. ¿Se puede teletransportar cualquier cosa?
-En principio sí. Pero teletransportar no significa que la materia desaparezca de un sitio y aparezca en otro. En el transporte cuántico sólo cambia la información. Desaparece información de un lugar y aparece en otro.
Pagar la hipoteca
-¿Podemos decir que la comunicación del futuro será mediante teletransportación?
-Creo que es posible. El transporte no va a ser por teletransportación pero la comunicación sí.
-¿Le va a llevar toda la vida descubrir sólo algunas de las posibilidades de la computación cuántica?
-Sí, creo que sí.
-¿No desanima?
-No, porque quizás se descubra una aplicación en biología o en química. Sería un mundo para nosotros.
-El Premio Príncipe de Asturias, además del reconocimiento internacional, tiene una compensación económica de 50.000 euros. ¿Ya sabe en qué invertirlos?
-No lo he pensado, pero como la mayoría de los españoles tengo una hipoteca (risas) Creo que va a ayudar bastante.
Articulo fuente: Periodico Ideal , 25 de octubre de 2006
Página personal de Ignacio Cirac
Dirige el Instituto de Óptica Cuántica Max Planck de Múnich desde hace dos años. Él y su equipo tratan de descubrir las leyes que gobiernan el mundo microscópico, un reino en el que átomos y fotones ponen las reglas y cuyas aplicaciones, en algunos casos, son todavía imposibles de predecir. La expedición de Cirac hacia estos territorios inexplorados ha dado ya frutos con los que equipos de investigación de todo el mundo trabajan. El más jugoso, las bases para la creación de los futuros ordenadores cuánticos, que le ha servido para ganar el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2006.
-Ha trabajado en Colorado, Austria, California, Oxford ¿La investigación científica exige cambiar de ciudad permanentemente o es una persona inquieta?
-Hay que moverse mucho, es una necesidad. Tienes que colaborar con gente que está trabajando en cosas interesantes y eso sólo se consigue viajando.
-El premio ha valorado su investigación acerca de la teoría cuántica de la información. Para los profanos: ¿sería algo así como una nueva forma de transmitir y procesar información?
-Eso es. Se basa en las leyes de la mecánica cuántica que son las que gobiernan el mundo microscópico. Lo importante es que es algo distinto. Todos estamos acostumbrados a ver que los ordenadores van más deprisa: se hacen circuitos más rápidos, más pequeños, pero siempre con las mismas leyes. La información cuántica propone hacer cosas completamente imposibles con los métodos actuales. La idea es cambiar las leyes para hacer algo nuevo.
Competir con Bill Gates
-De modo que quiere buscarle la ruina a Bill Gates
-(Risas..) A menos que él se incorpore a la física cuántica
-Los prototipos que existen ahora de ordenadores cuánticos ocupan una habitación mientras que el futuro camina hacia la nanotecnología. ¿No es una contradicción?
-Los ordenadores cuánticos realmente están muy relacionados con la nanotecnología, que lo que intenta es controlar el mundo del nanómetro, es decir, el mundo microscópico. El problema es que en él, las reglas del juego son distintas. Tenemos que dominar la mecánica cuántica y para ello necesitamos equipos y sistemas electrónicos que ocupan mucho. Podemos hacer una analogía con cómo eran los ordenadores hace cincuenta años. Los ordenadores cuánticos ahora ocupan un laboratorio entero en el que hay un montón de lentes, láseres, mesas ópticas, aparatos electrónicos Los modelos del futuro no tendrán nada que ver con los prototipos actuales.
-¿Cuál es el ordenador cuántico más potente que se ha conseguido hasta la fecha?
-Los más complicados con ocho bits cuánticos se mostraron por primera vez el año pasado, pero todavía están lejos de la potencia que necesitaríamos. El objetivo es ver cómo hacer ordenadores cuánticos mayores que puedan realizar operaciones que los que tenemos no hacen, hacia ahí vamos. Hay algunas tareas que sabemos que probablemente serán posibles dentro de 5 ó 10 años y otras para las que todavía falta muchísimo.
-¿Qué tareas podríamos hacer con ellos?
-Están relacionadas con la simulación de materiales a bajas temperaturas. Una de las aplicaciones de los ordenadores cuánticos es hacer cálculos para el desarrollo de materiales. Esto llegará relativamente pronto.
-Entonces hay aplicaciones todavía imposibles de predecir...
-Es difícil conocer una aplicación directa. Hoy en día utilizamos ordenadores suficientemente rápidos para hacer muchas cosas. Pero existen también superordenadores en Barcelona, Japón y Estados Unidos. Los científicos los utilizan para investigar materiales para coches, cohetes, predicción del tiempo Las aplicaciones llegan por donde uno menos se lo espera. Lo que ahora estamos investigando quizás en 20 años se pueda utilizar no sólo para ordenadores cuánticos sino también para medicina.
-Ha dicho que la famosa teletransportación de Star Trek ya es posible. Han conseguido teletransportar 500 fotones a una distancia de medio metro. ¿Se puede teletransportar cualquier cosa?
-En principio sí. Pero teletransportar no significa que la materia desaparezca de un sitio y aparezca en otro. En el transporte cuántico sólo cambia la información. Desaparece información de un lugar y aparece en otro.
Pagar la hipoteca
-¿Podemos decir que la comunicación del futuro será mediante teletransportación?
-Creo que es posible. El transporte no va a ser por teletransportación pero la comunicación sí.
-¿Le va a llevar toda la vida descubrir sólo algunas de las posibilidades de la computación cuántica?
-Sí, creo que sí.
-¿No desanima?
-No, porque quizás se descubra una aplicación en biología o en química. Sería un mundo para nosotros.
-El Premio Príncipe de Asturias, además del reconocimiento internacional, tiene una compensación económica de 50.000 euros. ¿Ya sabe en qué invertirlos?
-No lo he pensado, pero como la mayoría de los españoles tengo una hipoteca (risas) Creo que va a ayudar bastante.
Articulo fuente: Periodico Ideal , 25 de octubre de 2006
Página personal de Ignacio Cirac
No hay comentarios:
Publicar un comentario